En los últimos años el número de personas que realiza teletrabajo ha crecido considerablemente. Para lo cual solamente se necesita un ordenados y conexión a Internet. Sin embargo, es importante que contemos con un espacio diferenciado en el que hacemos vida y otro en el que trabajamos para que nuestra jornada resulte más efectiva y aprendamos a separar ambos ámbitos de nuestra vida. El problema es que muchas veces no disponemos de una habitación que podamos usar exclusivamente como despacho y tampoco queremos hacer obras para levantar un tabique, por lo que en la mayor parte de los casos terminamos instalando nuestro escritorio en el salón.
Afortunadamente, hoy en día existen soluciones muy interesantes que nos permiten dividir espacios sin tener que hacer obras en casa y que nos permita realizar una separación efectiva de la zona de trabajo y de la zona de ocio de nuestro hogar. Estamos hablando de las mamparas de oficina, que además de colocarse en muy poco tiempo, es más económico que hacer obras y, si lo deseamos, podemos instalarlas correderas para quitarlas cuando queramos y ampliar el espacio del salón.
En el mercado existe una gran variedad de modelos, con diseños y materiales diferentes, por lo que no encontrarás ningún problema para dar con aquellas que realmente se ajusten a tus necesidades y a tus preferencias. Si quieres, por ejemplo, que el despacho quede completamente separado de la estancia, lo mejor es elegir mamparas de madera. Pero si tu salón es pequeño y no tiene mucha luz, la mejor opción son las mamparas de cristal, que dejan pasar la luz y proporcionan mayor sensación de amplitud, al tiempo que aportan el aislamiento acústico que necesitamos para evadirnos del ruido exterior. Lo que contribuye a aumentar los niveles de concentración. Además, estas últimas dan un toque más moderno y elegante a la casa.
En cualquier caso, siempre puedes optar por una solución mixta. Mamparas de madera con la mitad superior de cristal. Una opción muy interesante cuando queremos tener privacidad y al mismo tiempo dejar pasar la luz y no sentirnos encajonados en un cubículo. Si en un momento dado quisieras tener aún más privacidad o evitar distracciones del exterior por parte de las personas que viven en la casa, siempre puedes poner unas cortinas y echarlas cuando quieras.
Con la ventaja de que se montan rápidamente y de que si te aburres de la zona de la casa que has elegido como despacho, siempre podrás volver a contactar con la empresa para que las desmonte y las coloque en otro lugar que te guste más o te venga mejor.
Todo ello sin tener que realizar costosas y engorrosas obras. Mientras que construir espacios en ladrillo conlleva ruido, suciedad y mucho tiempo de trabajo que seguramente no podamos perder, las mamparas de oficina se instalan en un tiempo muy reducido y cuando la empresa montadora se marche, la zona quedará limpia y lista para ser usada. De hecho, lo habitual es que en un día la mampara haya quedado instalada, especialmente porque los despachos en casa no suelen ser muy grandes. Esto significa que incluso puede instalarse en sábado y evitar tener que perder tiempo de tu jornada durante la semana.
En definitiva, las mamparas de oficina son la mejor opción para aquellas personas que trabajan en casa y no pueden permitirse ocupar una habitación como despacho. Gracias a ellas, conseguirán la privacidad que necesitan y su rendimiento laboral se verá aumentado notablemente. Diferenciando el ámbito de la casa donde trabaja y aquel en el que hace vida.