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Las mamparas divisorias son un elemento singular y sencillo para dividir espacios, porque lo hacen desde la elegancia, la luz y la transparencia. Siempre en perfecta armonía con el resto de elementos, aportando su sutil y discreta presencia. Por eso, si necesitas separar espacios en tu oficina de Algete, no dudes en instalar mamparas divisorias.

En la década de los 80 comenzaron siendo un elemento arquitectónico para abaratar costes en la construcción, ya que era mucho más barato colocar una mampara que construir una pared de hormigón. Pero además, también resultaban atractivas debido a su versatilidad, pudiendo ser usadas para distintas funciones. Por un lado, eran ligeras, por lo que lograban crear espacios más livianos y más luminosos. Y por otro, servían para tener controlados a los trabajadores y, al mismo tiempo, estar aislado de ellos.

En la actualidad, las mamparas de oficina están presentes en casi todo el mundo. La diferencia con respecto a hace unas décadas es que si antes intentaban camuflarse, actualmente las hemos convertido en las protagonistas del espacio, en el lugar que se enfocan las miradas, debido a su capacidad para realzar el lugar.

Mamparas en todo tipo de espacios

Pero no sólo podemos encontrarlas en oficinas, sino también en centros educativos, centros de salud, hospitales, espacios administrativos del Gobierno, centros comerciales, etc. Y es, como es lógico, en aquellos espacios de grandes dimensiones donde hay mucha gente trabajando, es muy importante crear zonas separadas para cada actividad. Permitiendo dividir espacios pero sin restar luz ni amplitud.

Así pues, las mamparas de oficina han experimentado una importante transformación en los últimos años, pasando de ser simples paredes paneladas cerradas a mamparas de cristal completamente transparentes o con franjas translúcidas. Un fenómeno que está muy relacionado con la tendencia de las oficinas abiertas y con la nueva filosofía empresarial basada en valores como la colaboración entre trabajadores y la transparencia.

Nuevos usos de las mamparas divisorias

Pero también fueron inundando poco a poco el mundo de la restauración. Tanto para crear zonas especiales para fumadores a raíz de la Ley Antitabaco como para abrir cocinas al comensal siguiendo la moda asiática, donde todo el mundo podía ver a los cocineros preparando lo que se iban a comer a través de una simple mampara de cristal. De esta forma, en muchos restaurantes y hoteles se crearon varios ambientes en función del espacio, dando lugar a diferentes habitáculos comunicados por la luz, la percepción visual y la transparencia. Un todo separado pero en conjunto. Una transformación sencilla pero muy efectiva.

Y también están empezando a llegar a los hogares. Una tendencia cada vez más habitual en la decoración de interiores. Creando espacios completamente abiertos donde casi podamos ver toda la casa desde la entrada. Con habitaciones que podrán estar separadas a través de mamparas de cristal que podrán cerrarse, oscurecerse o desaparecer gracias a dispositivos de domótica. Todo ello con el objetivo de adaptar los diferentes espacios a  nuestra intimidad, a las necesidades de iluminación y de oscuridad que tengamos en cada momento.

En definitiva, las mamparas separadoras han crecido y evolucionado a lo largo de los años convertirse en un elementos arquitectónico tanto funcional como decorativo a tener muy en cuenta a la hora de dividir espacios. Ofreciéndonos múltiples ventajas como abrir, separar, crear espacios abiertos en penumbra o con luz, aislar, cerrar, crear conexiones, embellecer o integrar en función de nuestras preferencias y formas de vida.


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