La ventilación en las oficinas como medio para evitar los contagios de coronavirus se complica con el frío. El riesgo de resfriados que pueden confundirse con esta enfermedad, o al contrario, obliga a buscar alternativas, cuando la tesis de que el virus también se propaga por el aire cobra cada vez más fuerza. De hecho, cada vez son más las investigaciones las que avalan que el Covid-19 se transmite por el aire mediante aerosoles.
«Cuando respiramos siempre echamos aerosoles, que se dispersan llenando la habitación. Si estás cerca de la persona contagiosa ahí hay mucha cantidad de aerosoles contagiosos porque los está exhalando, pero si estás lejos, también hay. Cuanto más tiempo se está en la habitación, más cantidad de aerosoles», señala Carlos López Serrano, Ingeniero industrial zaragozano.
La cuestión es que, a lo largo de la jornada laboral, que normalmente dura unas 8 horas, las pequeñas partículas que se quedan flotando en el aire durante minutos u horas, pueden llegar a acumularse más o menos en función del nivel de ventilación.
Por este motivo, desde que comenzó la pandemia, son muchas las empresas que se han preocupado por mejorar la calidad del aire en sus instalaciones. Y es que antes de que el coronavirus mandara a millones de personas a teletrabajar, muchas personas ya trabajaban en edificios sin ventanas que pudieran abrirse.
Conforme las vacunas para el Covid-19 sigan administrándose a lo largo de los próximos meses, cada vez habrá más personas que vuelvan a trabajar de manera presencial en sus oficinas de siempre, al menos parte del tiempo. Para las empresas y profesionales esto supone un mayor enfoque en el sistema de ventilación de sus instalaciones, no sólo por cuestiones relacionadas con el coronavirus, sino también con el resfriado común y otros virus que se transmiten por el aire y que podrían estar circulando por las corrientes del sistema de ventilación.
Ventilar un espacio cerrado y controlar el aire exterior
Todos exhalamos dióxido de carbono, pero diversos estudios revelan que si sus niveles aumentan, aunque sea poco, esto puede afectar a la capacidad de una persona de pensar y tomar decisiones. La mayor parte de los sistemas de ventilación están diseñados para sustituir todo el aire de un edificio cada 20 o 30 minutos, bombeando el aire usado al exterior y aspirando el aire fresco. No obstante, con el Covid-19, lo ideal es aumentar esa circulación cada 10 o 15 minutos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es la renovación del aire por ocupante. Se realiza a través del caudal mínimo del aire exterior. Como valor recomendado, y ante la incertidumbre de un valor estable, es aconsejable un mínimo de 12,5 l/segundo y ocupante. Para garantizar este valor mínimo, tenemos dos opciones: aumentar la ventilación o reducir la ocupación.
Es necesario comprobar los caudales de los equipos que se ocupan de renovar el aire. Que estos trabajen en condiciones óptimas y que detecten posibles fugas de carga al sistema para que se produzcan en la menor medida posible. Pero además, es recomendable seguir las siguientes indicaciones:
- Cambiar el control para aumentar la ventilación. Si el sistema cuenta con controles concretos de calidad de aire, es recomendable desconectarlos. Se dará prioridad al uso constante y a máximo caudal del sistema por horario de ocupación. En horario laboral, es recomendable trabajar con el caudal máximo que permita el sistema tanto dos horas antes como dos horas después de abrir y cerrar la oficina.
- Recuperadores de calor. Es aconsejable llevar a cabo una inspección antes de poner el sistema de ventilación en marcha, De esta forma, podremos verificar el estado de la sección de recuperación en cuanto a pérdidas y by-pass de partículas desde el aire de extracción al de impulsión.
- Disminuir o suprimir en la medida de lo posible la recirculación de aire en los equipos. Si existen unidades de tratamiento con recirculación de aire, siempre que las condiciones de operación lo permitan, es recomendable cerrar las compuertas de recirculación, trabajando con aire exterior. Si disponemos de sección de freecooling, pasar a modo 100% de aire exterior directamente.
