La pandemia del Covid-19 ha influido muy negativamente en el contexto profesional a todos los niveles, incluyendo el de las oficinas. Después de varios meses trabajando desde casa, lo que todos creíamos que sería un cambio a plazo ha terminado siendo una transformación acelerada. Y todo apunta a que no será la única que nos deje el paso de la pandemia. Así pues, el coronavirus ha supuesto un antes y un después en las formas de trabajo en España. Pero también en las relaciones entre compañeros.
Distancia de seguridad
El uso de la mascarilla debe ser obligatorio en zonas comunes y deberán respetarse los turnos de paso cuando la anchura de las zonas de tránsto no permitan mantener una distancia mínima de entre 1,5 y 2 metros. Además, es aconsejable identificar en zonas de paso aquellas más seguras y amplias. Además, tienen que colocarse señales visuales con carteles que indiquen el sentido en el que deben ir los flujos de movimiento. En cualquier caso, se recomienda evitar los desplazamientos en este tipo de zonas siempre que sea posible y adaptarlas al aforo fijado por las autoridades correspondientes.
Medidas de higiene
Algunos expertos cree que esta situación terminará desembocando en un modelo de oficina “panal de abejas”, donde cada empleado queda aislado del resto del equipo. Y, aunque comenzó como una estrategia de prevención por la enfermedad, lo cierto es que no se trata de una novedad. Diversos estudios llevados a cabo en los últimos años en Dinamarca han revelado que la concentración de trabajadores en un mismo espacio de trabajo estaba dando lugar a un mayor porcentaje de bajas médicas.
Teniendo esto en cuenta, también aumentarán de manera considerable las medidas de higiene y se retomará el “síndrome del edificio enfermo”, que lleva a la desinfección de zonas comunes, estrictos protocolos para comedores y revisión de filtros de aire. Además, con el fin de evitar aglomeraciones, ganarán más peso los turnos rotativos que serán combinados con el trabajo desde casa.
Sedes más pequeñas
La cuestión es que, al haber menos cantidad de trabajadores en el puesto de trabajo, se abre otra opción para las empresas: mudarse a sedes más pequeñas que las actuales. La situación lo permitirá y esto se traduciría en un considerable ahorro en un momento de gran crisis económica.
Los espacios de trabajo que se requieren ahora son más pequeños y, por este motivo, algunos sectores están intentando reducir también las horas que sus empleados pasan en las oficinas. Algunas de ellas ya han implementado semanas de cuatro días laborables com propuesta de reforma, lo que además reporta grandes beneficios como una mejor calidad e vida para el trabajador, más ocio, conciliación familiar y personal y dedicación a proyectos de pequeño emprendimiento.
Automatización y servicio unattended
Para adaptarse a las nuevas circunstancias, los espacios de trabajo y los negocios incluirán puertas automáticas, ascensores activados por voz, o accesos, servicios y pagos controlados con el Smartphone. En muchos establecimientos de hostelería también se han instalado menús digitales y dispositivos tecnológicos integrados en los elementos decorativos, lo que evita el contacto directo. Por ejemplo, muchos han recurrido al uso de códigos QR.
Además, en las zonas de aseo se pueden disponer accesos automatizados y será necesario establecer sistemas de detección en las entradas. De hecho, el uso de aplicaciones tecnológicas para prevenir el posible contacto con superficies será uno de los mayores aciertos en esta nueva situación.
