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A lo largo de los años los espacios de de trabajo han ido evolucionando, convirtiéndose en lugares cada vez más diáfanos en la línea con la tendencia de las open-offices y eliminando las zonas apartadas. Un nuevo concepto que ha traído consigo nuevos formatos y maneras de distribuir las oficinas actuales. Antes de proponerse una obra en la oficina es interesante conocer cuándo instalar mamparas de oficina.

Sin embargo, esto no quiere decir que no se siga contando con áreas separadas destinadas a distintos usos y que algunas empresas no sigan prefiriendo el concepto tradicional de despachos cerrados porque consideran que mejora el nivel de concentración de sus empleados y, por tanto, su productividad. En este sentido, una de las soluciones más prácticas e ideales desde el punto de vista visual para separar ambientes son las mamparas de oficina.

Hay que tener en cuenta que existen necesidades que surgen en nuestra oficina y que pueden ser suplidas con la instalación de mamparas divisorias. Sin que nos veamos obligados a cambiar de local u oficina únicamente porque creemos que no tenemos espacio suficiente. Y, por supuesto, sin necesidad de realizar costosos proyectos de reformas con tabiques tradicionales de obra. Pero son muchos los casos en los que instalar mamparas de oficina es una buena opción para crear diferentes ambientes dentro de una empresa.

Si contamos con poco espacio

Las mamparas de oficina son una opción ideal en aquellos casos en los que contemos con unas instalaciones de pequeñas dimensiones, ya que nos permiten optimizar al máximo el espacio. Eso sí, para evitar que parezca aún más pequeña, te recomendamos que te decantes por las mamparas de cristal, que ayudan a dar una mayor sensación de amplitud.

No queremos hacer obras

Una de las mayores ventajas de colocar mamparas separadoras en nuestra oficina es su facilidad de montaje. Además, el procedimiento de colocación suele ser muy limpio, ahorrando la incomodidad de recoger y limpiar los restos de obra que se generan cuando se levantan muros de hormigón.

Ahorro de tiempo

Es evidente que el hecho de no tener que hacer obras trae consigo un notable ahorro de tiempo. Generalmente, la instalación de las mamparas de oficina suele completarse en un máximo de 3 días. Esto supone una gran ventaja de cara al funcionamiento de la empresa, ya que evita trastornos a los empleados durante la jornada laboral. Pudiendo llevarse a cabo incluso en un fin de semana, cuando los trabajadores estén fuera.

No queremos renunciar a la luz natural

Diversos estudios han demostrado que la productividad aumenta cuando los empleados trabajan con luz natural. Si tenemos la suerte de contar con ventanas al exterior en nuestra empresa, es normal que no queramos renunciar a ello tapándola con mamparas divisorias. En este sentido, las mamparas de cristal son perfectas para crear nuevos espacios y, al mismo tiempo, dejar pasar la luz del sol a todos los rincones de la oficina.

No queremos romper el concepto de oficina abierta

Si necesitamos separar ambientes para dar mayor intimidad a algunas zonas pero no queremos romper el concepto de open space que siempre ha caracterizado a nuestra empresa, la instalación de mamparas de cristal también es una magnífica solución. Pudiendo elegirlas completamente transparentes o translúcidas. De esta forma, podemos seguir conservando esa sensación de amplitud que nos gusta pero sin renunciar a la privacidad en aquellos lugares en los que sea necesario.


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