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Puede que te resulte familiar. Murmullos de conversación, teléfonos que suenan constantemente, el ruido del teclado, las risas de los compañeros por los pasillos, el ruido de la fotocopiadora, las alertas de los correos en la bandeja de entrada del compañero de al lado. Es una situación que muchos profesionales viven cada día en su jornada laboral y, aunque no es la principal molestia, si que es una de las que causa mayores distracciones y estrés entre los trabajadores.

Un problema que se ha ido agravando especialmente en los últimos años debido a los móviles y a las nuevas formas de trabajo. Actualmente, un 25% de los trabajadores asegura encontrarse sometid a un ruido molesto en la oficina que le impide concentrarse como debería, lo que termina por causar una gran frustración.

reducir el nivel de ruido en la oficina

Según un estudio llevado a cabo recientemente por la American Society of Interior Designers (ASID) y Steelcase, empresa de equipamiento y diseño de espacios de trabajo, si el nivel de ruido de la oficina se reduce, la concentración de los empleados puede aumentar en un 50%. Lo ideal es que el confort acuústico en el trabajo no supere los 55 decibelios. De hecho, el nivel óptimo sería entre 30 y 40 decibelios como máximo, ya que, a partir de los 30 decibelios el trabajador tiende a sufrir alteraciones del suelo durante la noche, estrés, sensación de cansancio, estrés, trastornos digestivos y problemas de comportamiento.

El problema es que una simpel charla entre dos compañeros ya alcanza los 50 decibelios y los gritos llegan a los 70 decibelios. Y las oficinas abiertas que se han puesto tan de moda en los últimos años solamente han conseguido agravar un problema que ya existía, haciendo que los ambientes sean mucho más ruidosos.

En este sentido, las empresas deberían preocuparse y mucho porque sus empleados puedan desempeñar sus tareas dentro de un espacio con un óptimo confort acústico, tanto para garantizar el bienestar de sus trabajadores como para aumentar la productividad.

Afortunadamente, en la actualidad, existen soluciones muy interesantes para reducir el nivel de ruido en la oficina, tanto de aislamiento como de absorción del ruido. El primero se consigue gracias a superficies ailsantes que actúan como barrerar a las propagación del sonido, mientras que el segundo se logra a través de superficies fonoabsorbentes que disminyen el grado de ruido, atrapándolo y evitando que las ondas se expandan.

En las oficinas diáfanas, las paredes, techos y suelos hacen que el sonido rebote, pero una adecuada distribución de los muebles, por ejemplo, puede mejorar considerablemente el comportamiento acústico del espacio. Además, también puede conseguirse a través de carteles en las paredes, silals con tapizados bland, suelos con moqueta, trechos huecos y cortinas tapizadas.

Por otro lado, las puertas deberían estar aisladas acústicamente, ya que también influyen mucho en las condiciones de confort.

Pero el diseño de la propia oficina también influye considerablemente en la propagación del ruido.  En la actualidad, existe una tendencia generalizada a diseñar oficinas con forma ortogonal sin tener en cuenta que las superficies paralelas transmiten el ruido con mucha más facilidad hacia el lado opuesto. En cambio, los elementos curvos, irregulares y oblícuos ayudar a reducir el nivel de ruido.

Si cambiar el diseño de la oficina a nivel arquitectónico no está en tu mano, una buena solución son las mamparas de oficina insonorizadas, que permite dividir espacios y, al mismo tiempo, evitar la propagación de las ondas del sonido, reduciendo considerablemente el ruido dentro de los espacios de trabajo.

 


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