A la hora de distribuir espacios de trabajo es habitual realizar costosas obras en las que además de albañiles, deben intervenir pintores, yesistas, fontaneros y electricistas, y que suelen durar más tiempo del que nos gustaría. Afortunadamente existen otras alternativas más rápidas y versátiles cuando queremos dividir el espacio de una empresa. Una de las mejores soluciones en estos casos son las mamparas de oficina, ya que además de ser muy flexibles y de no necesitar obras de gran envergadura, garantizan el aislamiento térmico y acústico. Con la ventaja de que pueden desmontarse en cualquier momento y volver a montarlas en otro sitio, o simplemente rediseñar los espacios, ampliar ambiente, crear áreas de trabajo más grandes, etc. Solamente hay que desmontarla y colocarla en la nueva ubicación. Es precisamente esta cualidad la que hace rentable la inversión frente a los sistemas de división tradicional.
Pero además, hay que tener en cuenta que en los últimos años, los sistemas de trabajo de muchas empresas han ido evolucionando. Ya no estamos ante la oficina estática en la que todo es siempre igual. Han surgido nuevas necesidades que exigen nuevas soluciones. Por ejemplo, es posible adaptar una misma sala en función de cada momento. Podemos tener dos salas de reuniones más reuniones pequeñas separadas por una mampara de oficina y plegarla cuando sea necesario, en el caso de que necesitemos mayor capacidad.
Así pues, las mamparas de oficina son los elementos más sencillos para dividir espacios, ya sea en un despacho, en una tienda o en un área comercial. En sólo unos días, es posible realizar modificaciones de ambiente sin tener que invertir una gran cantidad de dinero. Y lo mejor de todo es que podemos elegir entre una gran variedad de colores, modelos, estilos y diseños, lo que mejor se adapte a la imagen corporativa de la empresa y a las necesidades de la misma. Los materiales más habituales suelen ser el aluminio, la madera, el cristal y el vidrio, pero independientemente del material que elijamos finalmente, también podremos escoger distintos grosores. Hay que tener en cuenta que a mayor sea el espesor, mayor será el aislamiento acústico. Perfecto para aquellos ambientes de trabajo en los que la privacidad y la tranquilidad son fundamentales.
¿Mamparas opacas o transparentes?
En muchas oficinas podemos encontrar mamparas opacas que actúan a modo de pared y que no permiten ver nada a través de ellas. Dividen espacios y crean pasillos que conducen a las diferentes estancias de la empresa sin que nadie pueda ver lo que hay al otro lado. Aunque no están tan de moda como las transparentes, son una opción muy popular, aunque depende en gran medida de la finalidad y el objetivo de la empresa.
La venta de mamparas transparentes ha experimentado un aumento considerable en los últimos años. Y es que además de ofrecer una apariencia limpia y elegante, aprovechan mucho más la luz natural. En algunos casos pueden llevar algún tipo de diseño, algún dibujo o vinilo de color, pero en todas ellas es posible ver el interior de la estancia. Una opción ideal cuando quiere darse una imagen más moderna de la empresa y generar confianza en las personas que la visitan. Con la ventaja de que aunque puede verse lo que ocurre en el interior, el sonido no traspasa el cristal, por lo que se mantiene el nivel de confidencialidad. Además, si en algún momento queremos un mayor grado de privacidad, siempre podemos instalar cortinas..
En definitiva, contamos con muchas opciones a la hora de dividir el espacio de una oficina abierta. Gracias a ellas, podemos ofrecer un espacio moderno, atractivo y diferente, al mismo tiempo que fomentamos la creatividad y el buen ambiente entre nuestros trabajadores y favorecemos el nivel de concentración para que cada uno pueda desempeñar sus funciones de la mejor forma posible.
